El martes 12 de abril de 2022, Deportivo La Guaira recibió al Ceará Sporting Club en el marco de la segunda jornada del Grupo “G” de la Copa Sudamericana 2022, cayendo derrotado por 0-2.
Este resultado, la victoria como visitante de un equipo brasileño sobre otro venezolano, no tendría mucho de trascendente, dada la abrumadora diferencia de nivel existente entre el balompié de ambos países, cuyo historia favorece casi absolutamente a los equipos del país del samba, en donde el fútbol es casi una religión, contrario a lo que ocurre en Venezuela, donde el deporte más popular del Mundo aún lucha por ganar un espacio digno en el corazón de sus habitantes.
Pero hay un dato que llama la atención: en partidos oficiales, Ceará es el primer club de la región Nordeste del Brasil que gana como visitante en Venezuela, tierra acostumbrada a recibir a clubes cariocas (de Río de Janeiro, como Flamengo, Fluminense, Vasco Da Gama), paulistas (del estado de Sao Paulo sus clubes como Palmeiras, Santos, Corinthians o el propio Sao Paulo), mineiros (del estado de Minas Gerais y sus máximos representantes, Cruzeiro y Atlético Mineiro) o gaúchos (de Río Grande del Sur, cuya capital, Porto Alegre, alberga a sus más grandes equipos, Gremio e Internacional). Casi todos ellos tienen un balance exageradamente positivo ante equipos venezolanos, a los que derrotan de visita (solo Santos no ha podido ganar aquí). Sin embargo, hasta la noche de ayer, esta situación no era la misma con los equipos de la región Nordeste de ese gigantesco país.
Dicha zona como lo indica su nombre, está ubicada en la esquina nordeste de la geografía brasileña, en donde se encuentra el punto más oriental de Sudamérica (Punta Seixas, en el estado de Paraíba), cubre una superficie de aproximadamente millón y medio de kilómetros cuadrados y está ocupada por los estados brasileños de Alagoas, Bahía, Ceará, Maranhão, el ya mencionado Paraíba, Piauí, Pernambuco (incluyendo el Distrito Estatal de Fernando de Noronha), Río Grande del Norte y Sergipe. Su población conjunta es de 57 millones de habitantes.
Sin embargo, en lo futbolístico, esa zona se encuentra a la zaga de paulistas, cariocas, mineiros y gaúchos. Solo tres títulos nacionales han conseguido los “times” nordestinos, que se lo reparten Esporte Clube Bahía (1960 y 1988) y Sport Recife (1987), misma cantidad de lauros logrados por ejemplo, por el Internacional de Porto Alegre (que tiene la mitad de los campeonatos ganados por los cuadros de la región gaúcha). Esto limitó por décadas la presencia de clubes del Nordeste brasileño en torneos internacionales, en especial, la Copa Libertadores.
Sin embargo, cuando el Deportivo Italia debutó en el torneo internacional de clubes más popular del continente americano en 1964, el destino quiso que su rival en fase previa fuese el Bahía, subcampeón brasileño entonces tras el monarca Santos de Pelé, que a su vez era el campeón defensor de la propia Copa Libertadores. La historia registró una sorpresiva clasificación azzurri, al empatar 0-0 el primer partido y derrotar al cuadro bahiano por 2-1 en el segundo encuentro, por lo que el Italia pasó a formar parte del Grupo C donde estaban Barcelona de Ecuador y Colo Colo de Chile. Jayme De Araújo e Iranildo Gomes Pereira, refuerzos brasileños, anotarían los goles del Italia, mientras que Vevé descontaría para Bahía.
En 1968, junto al Palmeiras de Sao Paulo vendría otro equipo nordestino, el Clube Náutico de Capibaribe, mejor conocido como Náutico de Recife. Con el “verdao”, el cuadro de Pernambuco se las vio ante Deportivo Portugués y Deportivo Galicia. Las crónicas de ese año cuentan que al contrario de Palmeiras, que venció a los dos representantes venezolanos en el Olímpico UCV, Náutico igualó 1-1 con Portugués en un encuentro donde los visitantes no mostraron mayor cosa. Joao Ramos anotó para los lusitanos e Iván lo hizo para el cuadro pernambucano. Pero un par de días después frente a los gallegos Náutico cayó por 2-1 en una desastrosa noche que desdice el marcador final de aquel encuentro, pues Galicia fue infinitamente superior y mereció ganar al menos por tres o cuatro goles de diferencia. José Bezerra y Olavo Ferreira, brasileños también, señalaron los goles galaicos, mientras que Lalá puso el de la honrilla del Náutico.
A lo largo de los años vendrían cuadros paulistas, cariocas, mineiros y gaúchos, pero no se volvería ver a un equipo del Nordeste sino hasta 1989. En el año del “Caracazo” vendría de nuevo el Bahía, con la vitola de campeón del Brasilerao, junto a un viejo conocido, Internacional de Porto Alegre. Bahía solo pudo cosechar un par de empates, 0-0 ante el Marítimo a puertas cerradas en el Brígido Iriarte de Caracas y días después igualaría 1-1 con Táchira en San Cristóbal. Laureano Jaimes firmaría el tanto del “carrusel aurinegro”, mientras que Gil anotaría para Bahía. Esa sería la última vez que un equipo de esa región brasileña visitaría Venezuela por Copa Libertadores.
Pero para la década de los 90’s la CONMEBOL dispuso de una nueva competición, al estilo y usanza europea en la forma de Copa UEFA: la Copa Conmebol, que tendría la misma estructura de su homóloga europea, pero menos masiva. La misma tuvo efímera existencia, pues solo se celebró entre 1992 y 1999. Más en 2002 regresaría con otro nombre, la actual Copa Sudamericana.
Fue en la última edición de aquel torneo en donde Estudiantes de Mérida, único representante venezolano allí y luego de eliminar al Deportes Quindío de Colombia, se topó con un desconocido rival de esa región brasileña, el Sportivo Alagoano.
No hay mucho qué contar respecto a la visita del “CSA” a la capital andina sino un 0-0 que le serviría en su camino por la Copa pues, de manera sorpresiva el Sportivo Alagoano alcanzaría la final de dicho torneo.
Un balance de cinco empates y dos derrotas en siete partidos escenificados en territorio venezolano era lo que había en las crónicas y números del FutVe para los equipos del Nordeste brasileño, que no vendrían por estos lares durante 23 años hasta que la noche del 12 de abril de 2022, esta vez por Copa Sudamericana, otra desconocida oncena de esa región, el Ceará Sporting Club, escribiría otra historia, apuntalado por los goles de Vina y Lima, derrotando 2-0 en el Olímpico UCV al Deportivo La Guaira.
Primera victoria de un cuadro del Nordeste de Brasil en Venezuela.
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