Era una época en la que el entonces incipiente fútbol profesional venezolano era monopolizado por una sola ciudad, Caracas. Los equipos de la Capital de la República hacían lo posible incluso por evitar el ingreso de equipos del interior del país para no incurrir en los gastos que implicaban los viajes a otras ciudades, cuestión que no impidió la participación en 1963 del Tiquire Flores de La Victoria, estado Aragua. Desde 1957 hasta 1964 los conjuntos capitalinos, especialmente los del llamado “fútbol de colonias”, eran los que imponían condiciones y se hacían con el título “nacional” del balompié rentado local, pero eso cambió en 1965.
Porque justo en ese año entró a participar en el campeonato organizado por la Limayor un conjunto basado en la ciudad de Barquisimeto y que estaría llamado a hacer historia. Estamos hablando del Lara FC.
Hizo historia no solo por tratarse de una oncena cuya sede era en ese momento la más alejada de la metrópolis caraqueña (363 kilómetros hacia al occidente del país), sino que además Lara FC alcanzó el campeonato nacional tan solo meses después de su debut en la máxima categoría del fútbol venezolano.
Y lo logró justamente en un torneo que vio como cuatro oncenas llegaron a la última jornada con opciones de titularse campeones: además del mencionado Lara FC, también estaban en liza la UD Canarias, Tiquire Flores de Aragua y Deportivo Italia. El domingo 30 de enero de 1966 pasaría a la historia del deporte venezolano por ser la fecha en la que Lara FC goleó 4-0 al Canarias y así levantó las manos al cielo en señal de triunfo. Por primera vez un equipo de la provincia, del interior del país, se titularía campeón del fútbol profesional de Venezuela. Y con ello, se ganó el derecho de representar al país, junto al Deportivo Italia (que atrapó el subcampeonato derrotando al Valencia 3-2), en un torneo internacional de clubes creado en 1960 para los campeones de liga sudamericanos y ya levantaba pasiones. Una competición que justamente a partir de 1966 comenzaría a incluir a los subcampeones y pasaría a llamarse Copa Libertadores de América.
Todos los sectores del estado Lara festejaron y saludaron este triunfo de su oncena representativa y ofrecieron apoyo para la incursión internacional del equipo en el torneo de clubes más importante del continente, pero se vieron con el detalle de que su estadio, el Farid Richa de Barquisimeto, no reunía las condiciones necesarias para albergar los encuentros de la Copa, por lo que Lara debió oficiar de local en el Olímpico UCV de Caracas, sede del Deportivo Italia. Allí recibió y jugó ante escuadras como Alianza Lima y Universitario de Perú y River Plate y Boca Juniors de Argentina, nada menos que los clubes más populares de sus respectivos países.
Lara FC solo inscribiría 16 jugadores en dicho torneo, los mismos con los que se coronaron campeones en el ámbito local. Siguiendo la tónica imperante de la época, en la que los equipos profesionales conformaban sus planteles de jugadores con mayoría de futbolistas extranjeros, los larenses inscriben a catorce brasileños y apenas dos venezolanos, los internacionales vinotinto Argenis Tortolero y Rafael Naranjo. No les iría bien en el torneo, ya que solo lograron una victoria (2-1 sobre Alianza Lima), dos empates y siete derrotas.
Aún así, los “diablos rojos” del Lara FC marcarían un punto de inflexión en la naciente actividad rentada local, ya que sería el primer conjunto que rompió con la hegemonía de los equipos del “fútbol de colonias” caraqueño. El primer campeón del balompié profesional que tuvo la provincia venezolana.
Fotos: Créditos a quien corresponda.
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